Eduardo Guerrero

Bailar no es sólo bailar
Teatro Villamarta

Fotografía - Lucrecia Díaz

Estreno absoluto

Bailar no es solo bailar
En el pensamiento occidental se tiende a analizar cualquier realidad desde la triada.
Tres vértices con la suficiente distancia entre ellos para crear un centro claro, un espacio interno, que como una matriz alberga las respuestas.

Este proyecto tiene la intención de encontrar su centro a través de este ejercicio tríadico. Responder a nuestras preguntas creando una triangulación escénica, geométrica primera del Flamenco en tablas y por tanto vehículo perfecto para descorrer este camino caminado, para emprender una vuelta al origen, al Flamenco como latido puro, territorial y materno. A la escena sin engaño. Al baile sin evasiva.
Tres universos para generar espacio fértil donde profundizar, deshacerse, fusionarse y renacer. Alejándose del habitual acompañamiento para sumergirnos en el encuentro real y sin escapatoria con intención de crear juego vivo, donde cuerpos e interacción convivirán para conectarse, potenciarse y destruirse, Donde la verdad, la pulsión honesta y la búsqueda de la certeza sea la única pretensión. Volver al Flamenco como campo labrado sin llave donde ser es sólo ser.

Nuestro triángulo será campo de batalla para que Eduardo Guerrero aceche a su génesis, a su baile primero, a sus diez años de carrera, a su relación con el Flamenco, con su cuerpo y su plasticidad. Para realizar este acercamiento certero se necesitan otros vértices, ejes destinados a potenciar y provocar al bailaor para encontrar su baile instintivo y sin pretensiones, prácticamente imparable que aflora desde la necesidad de mover la emoción para entenderla, enraizarla o devorarla.
Este proyecto pretende sumergirse en los fundamentos de manera humilde, sencilla, sin artefactos que distraigan y observar que ocurre cuando dejamos que lo mínimo nos invada, que aquel baile inocente del inicio vuelva a nuestro cuerpo.
Qué ocurre cuando eliminamos todo el subterfugio para ver como late el cuerpos que de forma honesta se entrega a desdibujarse y fundirse.
Una triada para volver al Flamenco como catarsis, como lenguaje para desahogar corazón y dejar el alma libre. Para volver al Flamenco como comunión colectiva y reunión sagrada, como vehículo que nos trajo al ahora y con el que volver al antes.

Un cuerpo que sufre es un ser abandonado de sí mismo.
Una dirección concreta a la que te arrastra el destino, la vida o la voluntad.
La consigna de la propia vida quizá no sólo sea una elección fortuita.
Quizá bailar no es sólo bailar.

Ficha artística

Baile Eduardo Guerrero
Cante Ángeles Toledano, María Terremoto
Guitarra Benito Bernal, Pino Losada
Percusión Iván Mellén
Dirección Compañía: Eduardo Guerrero
Dirección Eduardo Guerrero, Arthur Bernard, Sara Jiménez
Espacio escénico Eduardo Guerrero, Arthur Bernard, Sara Jiménez
Dirección musical Rosario “La Tremendita”, Pablo Martín Caminero
Composición musical Rosario “La Tremendita”, Pablo Martín Caminero, Benito Bernal, Pino Losada
Coreografía Eduardo Guerrero
Asesoramiento coreográfico Arthur Bernard, Sara Jiménez
Diseño de iluminación Fernando Martín
Coordinación técnica Félix Vázquez
Vestuario Pier Paolo Álvaro
Zapatos Begoña Cervera
Fotografía Lucrecia Díaz
Producción Compañía Eduardo Guerrero

Trayectorias

Eduardo Guerrero

Eduardo Guerrero

Eduardo Guerrero (Cádiz 1983) comienza a bailar con 6 años, y con tan solo 16 forma parte de la compañía de Aida Gómez, Javier Latorre, Eva Yerbabuena, Antonio Canales, Rocío Molina entre otros girando por todo el mundo y perfilando así su carrera profesional.

A partir de 2011 comienza a girar con espectáculos propios: De Dolores (2011), Las Minas (2012), Retorno (2013), El Callejón de los Pecados (2014), Desplante (2015), Guerrero (2016), A Solo Piece for a Flamenco Dancer (2016), Faro (2017), Sombra Efímera (2018) , Sombra Efímera II (2019) y Debajo de los Pies (2021) con el que obtiene el Premio Lorca a mejor intérprete masculino de Danza Flamenca (2022); es con estas últimas creaciones junto con el director artístico Mateo Feijoo cuando comienza un arduo trabajo de investigación y cambio en sus formas, evolucionando a la contemporaneidad de las líneas. Con estas Eduardo participa en los más importantes eventos sorprendiendo y emocionando a crítica y público. Tras su éxito es el Ciclo Lorca y Granada es el momento de este gran bailaor que con una estética actual, una técnica depurada, un
profundo conocimiento de la esencia del flamenco, su talento y su enorme fuerza vital, emociona y se ha posicionado entre los grandes nombres de la Danza Internacional.