Mateo Soleá
MATEO JIMÉNEZ SOTO, cantaor gitano, más conocido en la historia del arte del cante flamenco con el nombre artístico de Mateo Soleá, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), en 1951.
+Aunque ha cantado desde niño se reveló en la década de los setenta como gran cantaor tanto alante como atrás.
Es un profundo conocedor del cante por soleá, bulerías y siguiriyas, siguiendo las pautas que marcaron los maestros jerezanos con los que ha convivido: Tío Borrico, Terremoto, La Piriñaca, Agujetas El Viejo, Sordera, etc. El Marruro, Tío José de Paula y Juanichi El Manijero, donde observamos la influencia que Tía Anica La Piriñaca ha tenido en él.
El cantaor jerezano, emparentado con Lebrija y con la familia de los Malena, rebuscaba en la enciclopedia del cante flamenco “hasta dar con el sitio”, como él mismo explicaba. Y de esta manera viajaba desde la soleá de Alcalá, a las bulerías por soleá y las seguiriyas que han hecho historia en las voces de los mejores cantaores gitanos del siglo que se fue.
Mateo Soleá recordó a tío Borrico y tía Anica la Piriñaca, el Frijones, Tomás Torre y Juan Talega, así como muchos otros que han pasado a engrosar la historia del flamenco. Puso especial atención en los cantes y letras de su primo Curro Malena, al que recordó por soleá (“no me vengas con belenes / que me pones la cabeza / como molino que muele”) y otros cantes de la tierra compartida de Lebrija y Jerez. Mateo Soleá tiene lazos familiares con los Sordera de Jerez y los Malena de Lebrija, y recoge en su persona la manera de cantar del gitano de la baja Andalucía.