Melchora Ortega

Flamencas de película
Voces
Sala Compañía

LA MEMOLE ATACA DE NUEVO

También la verdad se inventa ANTONIO MACHADO

LA MEMOLE: LA OTRA INMACULADA ORTEGA

Ya lo saben: Inmaculada Ortega tiene un heterónimo de todos conocido: Melchora Ortega. Lo creó –se lo crearon- hace bastantes años, allá por la última década del pasado siglo, cuando Inma empezaba a ser una voz emergente y reconocida en las movedizas arenas del planeta flamenco. Era –y sigue siendo- para Inma un complementario harto exigente, el de Melchora: vestirse con él le supone sentirse heredera y partícipe de la más acendrada tradición cantaora jerezana, de ésa que construye catedrales a golpe de martinete y dibuja los surcos ciertos e indelebles en la albariza: la tierra prometida, la única capaz de producir el mejor vino, el flamenco puro y verdadero.

Pero –y esto lo saben quienes pudieron verla en Por los pelos, su anterior espectáculo— Inmaculada Ortega tiene otro complementario, juguetón y desinhibido: transversal, que dirían algunos. La Memole, lleva por nombre.

Sólo Inma sabe por qué es a la sensible niña de Pequeña Aldea -¡aquella serie japonesa de dibujos de los años 80!- a quien nombra su heraldo cada vez que necesita mostrarnos su faceta más personal y creativa, más libre, más transgresora: como felizmente vuelve a ocurrir ahora, con Flamencas de película.

FLAMENCAS DE PELÍCULA

Hubo un tiempo donde el cine fue la agencia low cost a través de la cual viajaron los sueños de varias generaciones de españoles. Hubo una época –-me estoy refiriendo a los años de la posguerra y hasta bien entrados los sesenta del pasado siglo— donde la llamada genéricamente ‘música andaluza’ puso voz a la esperanza, final feliz a las infidelidades de la vida y del azar, colores fugaces a la penuria y al desencanto. Por aquel entonces, un elenco de artistas personalísimas –de Pastora Imperio a Lola Escudero, pasando por Carmen Amaya, Luisa Ortega o la inasible Lola Flores— hicieron de la pantalla el escenario global para ‘su flamenco’. Fue el suyo un acercamiento libérrimo al género y a sus manifestaciones musicales, cantadas o danzadas: y esto fue posible porque aún estaba por volver a imponerse el régimen purista que inundaría de concursos museísticos y aplicados replicantes las sacristías del saber jondo; y, sobre todo, porque aquellas flamencas, intuitivamente sabias, eran conscientes de que el arte es espectáculo sensitivo; de que la técnica y el conocimiento despiertan admiración en nuestro intelecto; pero es la personalidad interpretativa y el pellizco en el alma los ingredientes indispensables para preñar de emoción los corazones: flamencos y no flamencos.

En Flamencas de película, Melchora –perdón, La Memole-- vuelve a apostar por esa forma de entender el espectáculo y su carrera profesional: como un vehículo que le permita reinterpretar y poner en valor otras formas, otras sensibilidades, otras posibilidades expresivas de su quehacer artístico, y que la muestren como la artista plural, singular, que quiere ser: que es.

Acompañan a La Memole en este remake sonoro las componentes de la orquestina Las Consombrero –estupendas ‘músicas’, todas- y la bailaora Pilar Ogalla; cuyo polifacetismo nos permite hacer la remembranza de otra gran flamenca de película: La Argentinita.

PROGRAMA

I.
1. Tanguillos del sombrero
2. Mi pena es mi canto
3. Tormentos del alma

II.
4. Sabe a veneno.
5. ¡Que dime que me quieres!
6. Tangos de ‘La Argentinita’

III.
7. Pasito a paso
8. Locos
9. Miedo

Ficha artística

Cante Melchora Ortega
Guitarra Antonia Jiménez
Piano Mai Kikuchi
Clarinete y Acordeón: Elena Jiménez
Colaboración especial al baile Pilar Ogalla
Producción Musical: David Lagos
Dirección Francisco López

Trayectorias

Melchora Ortega

Melchora Ortega

Jerez de la Frontera 1972. Cantaora de precoz carrera, muy pronto empieza a destacar en  concursos y certámenes, hasta llegar a recibir, ya como profesional, el Primer Premio de cante de Compás en Mairena del Alcor (Sevilla) en el año 1997, lo que le abre el circuito más tradicional del cante flamenco en peñas y festivales de toda la geografía española.

En octubre de 1998 gana el II Concurso de Jóvenes en la Bienal de Sevilla, afianzando su prestigio como una de las voces más sólidas de su generación.
Su estilo de cante, cien por cien flamenco, de gran entrega y alto voltaje, no deja indiferente a nadie y es el recital en directo su razón de ser. Melchora canta sentada y de pie, y también canta bailando, ejecutando con la misma fuerza tanto los palos más rítmicos como los más profundos. En su larga carrera cantaora ha participado en grabaciones discográficas y televisas y ha colaborado habitualmente con grandes producciones escénicas de baile (con directores de escena como Paco López y artistas como David Lagos, Andrés Peña o Mercedes Ruiz, entre otros).
2017 es un año destacado en la carrera de Melchora, con el estreno en el Festival de Jerez de su espectáculo en solitario “Por los Pelos”, un espectáculo dedicado a la memoria de Lola Flores, donde la cantaora jerezana lidera una completa banda de músicos, recorriendo un amplio y variado repertorio musical.

Actualmente se encuentra preparando el que será su primer trabajo discográfico, que verá la luz a finales de 2021.